Tessa Young se enfrenta a su primer año en la universidad. Acostumbrada a una vida estable y ordenada, su mundo se tambalea cuando conoce a Hardin, un chico tan guapo como borde, inquietante, lleno de tatuajes, y de aparente mala vida. Desde el primer momento se odian. Pertenecen a dos mundos distintos, pero pronto se harán más que amigos y nada volverá a ser igual. Hardin y Tessa deberán enfrentarse a muchas pruebas para estar juntos. La inocencia, el despertar a la vida, el descubrimiento del sexo... las huellas de un amor tan poderoso como la fuerza del destino.
Ante todo hay que dejar dicho que esta no es una de las mejores novelas que vas a leer en tu vida pero... tiene demasiado salseo. La historia es de lo más normal, chica mala se enamora de chico malo, aunque al principio lo niega, y su pequeña relación entra en un estado de bipolaridad, ahora bien, ahora mal.
Un rasgo a resaltar de este libro son los personajes principales, Tessa y Hardin. Ambos son el prototipo de protagonistas adolescentes pero esa es solo la primera capa. A medida que se va desarrollando la trama empiezan a aparecer rasgos que los diferencian de otros personajes de la misma línea. Tessa sigue el tipo de mujer inteligente con un gran futuro por delante, con una madre un poco "pija" y que hasta su llegada a la universidad todo había salido según los planes de su madre, menos uno, a parte de Hardin. Por circustancias de la vida Tessa se ve obligada a asalir de su zona de confort y comerse el mundo a mordiscos, en ocasiones también a Hardin, gracias a esto descubrimos nuevas facetas de Tessa. Por otro lado tenemos a Hardin, el tatuado Hardin, en resumidas cuentas es un capullo hombre complicado, pero al que se le coge cierto cariño, porque aunque sea un tipo duro deja entrever que tiene una parte vulnerable, aun así sigue siendo un capullo.
Sin duda algunas las descripciones de la obra no son nada de este mundo, la autora se centra sobre todo en los sentimientos de Tessa, hacia todo lo que le rodea, aun así no se te hace para nada pesada la novela. El ritmo no decae en ningún momento, tan solo porque la situación lo requiere pero son contadas ocasiones.
El libro a priori puede parecer largo, 576 pagínas ocupan espacio quieras o no, pero sin duda algunas la historia te engancha, necesitas saber como continua todo. En este punto quiero manifestar mi amor-odio por los capítulos cortos, "mmm... el siguiente es corto... venga va, voy a leer uno más" y así toda la noche, son mi perdición, por su culpa me engullí casi la mitad del libro.
Este libro no se lo recomendaría a todo el mundo, ya que es un tipo de novela que no tiene el aprecio de todo el público, pero es una buena novela si lo que quieres es pasar un buen rato sin tener que pensar.
Yo me enteré de que estaba basada en One Direccion después de leerlo y os aseguro que no se nota para nada, gracias a Dios.
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